León Festinger plantea la la teoría de la disonancia cognitiva, esta es es la tendencia de las personas a equilibrar lo que pensamos con nuestra conducta.
Un ejemplo de este efecto se produce en las decisiones que realizamos a lo largo de nuestra vida, si elegimos por ejemplo vivir en una gran ciudad pero a veces pensamos que sería bueno vivir en el campo tenderemos a enviarnos mensajes a nosotros mismos que refuerzan nuestra elección: tengo muchas zonas de ocio cerca, más oportunidades de trabajo, etc... y defenderé ante mí y ante el resto de la humanidad lo acertado de mi decisión , exactamente igual que la decisión contraria: "estoy más tranquilo, tengo más calidad de vida, etc...
Tenemos una necesidad de justificar mentalmente ante nosotros/as y verbalmente ante otras personas lo que hacemos, necesitamos estar en equilibrio, ser congruentes.
Este fenómeno que nos permite adpatarnos a nuestro entorno y hacernos sentir bien se puede convertir en un arma de doble filo. ¿Somo libres de nosotros mismos? ¿De verdad las decisiones que tomamos son acertadas? ¿o son una simple ilusión? ¿hasta qué punto el efecto de la disonancia cognitiva hace que defendamos actuaciones dañinas para nosotros mismos?. Si en alguna ocasión te has encontrado diciendote a ti mismo/a cosas como: fumar malo? mira mi abuelo, toda la vida fumando y como un roble de 87 años..; ¿Comer más sano?, bueno, de algo hay que morir, etc... ¡Cuidado! ¡Revisa tus disonancias!
Un ejemplo de este efecto se produce en las decisiones que realizamos a lo largo de nuestra vida, si elegimos por ejemplo vivir en una gran ciudad pero a veces pensamos que sería bueno vivir en el campo tenderemos a enviarnos mensajes a nosotros mismos que refuerzan nuestra elección: tengo muchas zonas de ocio cerca, más oportunidades de trabajo, etc... y defenderé ante mí y ante el resto de la humanidad lo acertado de mi decisión , exactamente igual que la decisión contraria: "estoy más tranquilo, tengo más calidad de vida, etc...
Tenemos una necesidad de justificar mentalmente ante nosotros/as y verbalmente ante otras personas lo que hacemos, necesitamos estar en equilibrio, ser congruentes.
Este fenómeno que nos permite adpatarnos a nuestro entorno y hacernos sentir bien se puede convertir en un arma de doble filo. ¿Somo libres de nosotros mismos? ¿De verdad las decisiones que tomamos son acertadas? ¿o son una simple ilusión? ¿hasta qué punto el efecto de la disonancia cognitiva hace que defendamos actuaciones dañinas para nosotros mismos?. Si en alguna ocasión te has encontrado diciendote a ti mismo/a cosas como: fumar malo? mira mi abuelo, toda la vida fumando y como un roble de 87 años..; ¿Comer más sano?, bueno, de algo hay que morir, etc... ¡Cuidado! ¡Revisa tus disonancias!
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